En los últimos años, la sostenibilidad se ha convertido en una prioridad para muchas marcas y minoristas. Desgraciadamente, esto se debe a que el comercio minorista desempeña un papel enorme en los problemas climáticos. De hecho, según el World Retail Congress, los minoristas son responsables de más del 25% de las emisiones mundiales.
El comercio minorista es una industria que inevitablemente genera residuos, pero existe un camino a seguir más respetuoso con el medio ambiente.
Los consumidores quieren saber que los productos que compran proceden de fuentes sostenibles y que sus compras contribuyen a un futuro mejor para todos nosotros. Por ello, cada vez es más importante que los minoristas integren la sostenibilidad en sus prácticas empresariales básicas.
Pero, ¿cómo puede una empresa incorporar la sostenibilidad a todos los aspectos de sus operaciones, desde el abastecimiento de productos y los procesos de fabricación hasta las estrategias de captación de clientes? ¿Cómo pueden las empresas modernas satisfacer las expectativas de sus clientes y, al mismo tiempo, hacer lo correcto para el medio ambiente?
¿Qué es la sostenibilidad en el comercio minorista?
El objetivo de las prácticas minoristas sostenibles es minimizar los daños al medio ambiente y, al mismo tiempo, proporcionar bienes y servicios que sigan cumpliendo las normas y expectativas de los clientes.
La sostenibilidad en el comercio minorista es el acto de tomar decisiones conscientes que tengan en cuenta las repercusiones medioambientales, sociales y económicas de las operaciones de una empresa u organización. Una estrategia minorista sostenible es un enfoque del comercio que busca garantizar el éxito a largo plazo por encima de las ganancias a corto plazo.
¿Por qué es importante la sostenibilidad?
Los fabricantes y minoristas de marcas operan en un mundo en constante cambio, y es importante que usted adapte su propio negocio e intente mantenerse al día. La misma energía recursos que ha existido durante años puede que ya no sea la opción más ingeniosa o responsable.
Ahora es más importante que nunca que las empresas reconsideren su forma de funcionar e intenten transformarse en modelos empresariales de éxito y sostenibles. Aunque esto puede requerir un esfuerzo adicional por parte de las empresas, hay una serie de beneficios, tanto éticos como financieros, que se derivarán de ese esfuerzo.
Como por ejemplo:
Mayor satisfacción del consumidor
Uno de los beneficios más significativos de la sostenibilidad para las organizaciones es la mejora de la satisfacción del cliente.
Según McKinsey & Company, el 60 % de los compradores afirman que pagarían más por un producto con envases sostenibles. Demostrando su compromiso con la sostenibilidad, las empresas tranquilizan a los clientes a la hora de comprar con ellas, e incluso pueden instar a los compradores a elegirlas frente a competidores que no tengan implantadas políticas similares.
Reducción del coste de las operaciones
Las marcas y los minoristas también pueden obtener beneficios económicos invirtiendo en medidas de sostenibilidad.
Por ejemplo, cambiar las bombillas tradicionales por sistemas de iluminación LED puede reducir significativamente las facturas de electricidad sin dejar de proporcionar una iluminación adecuada tanto a los clientes como al personal.
Del mismo modo, la utilización de prácticas de construcción ecológicas, como la instalación de paneles solares en los tejados o la sustitución de viejos sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado por nuevos modelos energéticamente eficientes, puede reducir significativamente los costes energéticos.
Además, mediante la aplicación de procesos logísticos más eficientes, como la consolidación de envíos o la utilización de opciones de transporte con menos emisiones, las empresas pueden ahorrar en costes de envío y mejorar sus resultados.
Impacto medioambiental
Quizá la razón más obvia para adoptar prácticas empresariales sostenibles sean sus efectos positivos sobre el medio ambiente.
Tener una empresa sostenible puede ayudar a proteger recursos para las generaciones futuras. Al reducir el consumo de energía y reciclar materiales siempre que sea posible, las empresas sostenibles pueden garantizar que no se agoten los recursos naturales recursos como el agua, los bosques, los minerales y el petróleo. Esto no sólo ayuda a preservar el medio ambiente, sino que también garantiza la rentabilidad a largo plazo al evitar costosos costes de agotamiento de recursos en el futuro.
Elementos de una estrategia minorista sostenible
Hay muchas medidas que las empresas pueden adoptar para crear una estrategia minorista más sostenible. Por ejemplo:
- Materiales de envasado: las empresas deben considerar la posibilidad de reducir los materiales de envasado siempre que sea posible y optar por opciones reciclables para los que sean necesarios. De hecho, según Statista, los envases representan el 46% de la generación mundial de residuos plásticos.
- Energía recursos - Las organizaciones minoristas también deberían plantearse el cambio a fuentes de energía renovables, como la solar y la eólica, para alimentar sus tiendas y almacenes. Esto les ayudará a reducir su dependencia de fuentes de energía no renovables como el carbón o el gas.
- Generación de residuos: los minoristas también pueden utilizar la tecnología para ser más sostenibles. Por ejemplo, utilizando sistemas de pedidos automatizados que sólo piden lo que se necesita cuando se necesita, reduciendo el exceso de existencias y el desperdicio de artículos. Dependiendo de la empresa, también podrían asociarse con agricultores locales u otros minoristas para reducir los costes de transporte asociados al envío de mercancías desde lugares lejanos.
- Materiales peligrosos - Tanto las marcas como los minoristas deben asegurarse de que eliminan correctamente cualquier material peligroso utilizado en la producción o durante las operaciones, como los productos químicos utilizados para la limpieza o el disolvente de pintura utilizado para proyectos de carpintería. La eliminación adecuada de estos materiales ayudará a proteger el medio ambiente de los residuos tóxicos que se liberan en el aire o en el suministro de agua.
Todos estos pasos y muchos más pueden poner a su empresa en la senda de la práctica del comercio minorista sostenible.
Retos potenciales del comercio minorista sostenible
Desde la búsqueda de nuevas fuentes de energía y materiales hasta el cumplimiento de complejas normativas, la integración de la sostenibilidad en su plan de negocio requiere una cuidadosa reflexión y mucho trabajo.
Asequibilidad
Uno de los aspectos más difíciles de ser más sostenible es acceder a un precio asequible recursos.
Encontrar fuentes de energía renovables, como la solar o la eólica, puede ser costoso y requerir importantes inversiones. Las empresas también deben gestionar cuidadosamente su uso de materiales para reducir los residuos y conservar recursos.
Invertir en prácticas sostenibles puede implicar costes iniciales, pero estos gastos pueden compensarse a menudo con ahorros a largo plazo si se aplican correctamente.
Normativa
Además de encontrar recursos, las empresas también deben lidiar con complejas normativas relacionadas con la sostenibilidad.
Muchos gobiernos han creado leyes y normas que las empresas deben cumplir para obtener la certificación de empresa ecológica, y entender estas normativas puede ser un reto para muchas corporaciones. Consultar con un experto en normativa medioambiental puede ayudar a las empresas a navegar por estos procesos.
El objetivo de las prácticas minoristas sostenibles es minimizar los daños al medio ambiente y, al mismo tiempo, proporcionar bienes y servicios que sigan cumpliendo las normas y expectativas de los clientes.
Ejemplos de minoristas sostenibles
¿Le preocupa que la conversión al comercio sostenible le parezca demasiado difícil? No se preocupe. Hay muchas empresas que ya se han dedicado a practicar el comercio minorista sostenible y están prosperando ahora más que nunca.
Como por ejemplo:
Patagonia
Patagonia es una empresa de ropa que se centra en fabricar prendas de alta calidad con un impacto medioambiental mínimo.
Todos sus productos se fabrican con materiales sostenibles recursos, como algodón orgánico, cáñamo y materiales reciclados. También se esfuerzan por minimizar los residuos en sus procesos de producción utilizando técnicas de diseño más eficientes y evitando los productos químicos contaminantes.
Además, promueven el abastecimiento responsable de materiales donando el 1% de sus ventas a causas medioambientales.
Reforma
Reformation es una marca de moda online especializada en ropa ecológica. Cada prenda de ropa que producen está diseñada teniendo en cuenta la sostenibilidad, desde los tejidos utilizados para cada pieza hasta el embalaje en el que se envía.
Todos los tejidos utilizados por Reformation proceden de materiales reciclados postconsumo o son de origen sostenible. La empresa también utiliza tintes de bajo impacto y métodos de limpieza no tóxicos durante la producción para reducir la contaminación del agua.
Además, todos los pedidos se envían sin emisiones de carbono gracias a su colaboración con el programa de compensación de emisiones de carbono de UPS.
Dr. Bronner's
Desde hace casi 100 años, los jabones mágicos Dr. Bronner's son un gran ejemplo de negocio sostenible.
Se basan en varios principios rectores para dirigir su negocio, incluidas frases como "trata la tierra como si fuera tu casa". Este sentimiento se refleja en el uso de ingredientes ecológicos y de comercio justo, obtenidos y procesados de forma ética para crear una cadena de suministro sostenible.
Además, todos sus envases, incluidas las botellas de plástico, son 100% reciclados. Esto ayuda a reducir los residuos en los vertederos y la contaminación ambiental.
El futuro del comercio sostenible
La sostenibilidad en el comercio minorista es cada vez más importante para las empresas de todos los tamaños y hay muchas formas de que las marcas y los minoristas reduzcan su impacto ambiental y demuestren a los clientes que se preocupan por la sostenibilidad.
Tomando estas medidas, una empresa no sólo reducirá su huella de carbono, sino que también podrá fidelizar a sus clientes, ya que los consumidores son más conscientes de las empresas a las que apoyan.
Las prácticas sostenibles deben incorporarse a todos los aspectos de las operaciones de una empresa, si es posible, desde los procesos de fabricación hasta los métodos de envío.
Con una planificación cuidadosa y dedicación a la reducción de residuos y emisiones, cualquier empresa puede dar pasos adelante para convertirse en una empresa responsable con el medio ambiente.
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